El titulo es solo un título, este no ha sido el primero, y espero que tampoco, el último proceso por el que he pasado.
Los últimos años había entregado mi corazón a hombres con manos muy pequeñas; pensaba que debía de ser menos yo para cazar en su vida, cuando realidad nunca debí darlo todo por alguien que no tenia las manos suficientemente grandes como cargar mi corona.
En una ocasión tuve un sueño, esta imagen de #SpeakLife me lo recordó y me confirmo el porqué pase todo el dolor innecesario que estuve pasando en los últimos dos años. Soñé que estabamos tratando de poner una piza de madera en donde parecía que cabia... La desobediencia a lo que Dios me estaba diciendo, y adelantando lo que pasaría con esta persona si continuabamos insistiendo en cazar dicha pieza, me llevo a dos larguisimos años de perdonar y volver a abrir mi corazón a la misma persona, 3 veces (quizas 4, no recuerdo) no ha sido fácil perdonarme a mi y perdonarlo a él; pues "estando con él" (entre comillas, porque nunca supe que fui con él) fui una version de mi de la que me avergüenzo y arrepiento (no suelo arrepentirme y mucho menos avergonzarme de mi misma, asi que se pueden imaginar cómo fue esto para mi cuando me di cuenta)
Pero ahora, escucho con más atención la voz de Dios y no actuo por impulso. Lección aprendida.
Comentarios
Publicar un comentario