Jesús murió por nosotros para darnos libertad. Pero, realmente somos libres? Incluso los egipcios cuando estaban en el desierto estaban tan acostumbrados a ser esclavos que algunos comenzaron a pedir volver a Egipto (éxodo 14:12). No entendían el proceso por el que Dios los estaba llevando. Sin embargo, a pesar de que ellos estaban molestos Dios los seguía amando tal y como eran y en donde se encontraban; pero Dios también los amaba tanto que no podía dejarlos conformarse a una vida de esclavitud. Lo mismo sucede con nosotros hoy en día. Esta semana Dios uso una situación sumamente extraña para trabajar algo en mi. O más bien, terminar de sellar algo en mi. ¿Cuantas veces hemos estado tan acostumbrados a vivir de cierta manera, que sin darnos cuenta nos hemos conformado a ese estilo de vida? Puede ser aferrarnos a un sentimiento, un pensamiento, una actitud hacia algo en específico o hacia la vida en general, etc. Algo que se ha vuelto tan natural en nosotros, pero que no nos deja...